El espíritu empresarial en el sector cafetero de América Latina
Hoy en día, es común encontrar más tostadurías, empresas exportadoras, laboratorios e instituciones educativas enfocadas en el café por todas las urbes latinoamericanas.
El mercado es dinámico y el gusto de los consumidores también. Esto ha despertado el espíritu empresarial en el sector cafetero de la región. Justamente, para 2021, el mercado de Latinoamérica alcanzó un valor de US $9500 millones y continúa creciendo.
Aunque las oportunidades son claras, quienes deciden incursionar en la industria, en cualquier eslabón de la cadena productiva, enfrentan múltiples desafíos para posicionarse y obtener buenos resultados.
Con el objetivo de conocer cuáles son los retos que enfrentan los emprendedores del café y cuál es el impacto del trabajo que realizan, hablé con Martín Mayorga, fundador de Mayorga Coffee, y con Alfredo Ascencio, tostador de la compañía. Continúa leyendo para saber lo que me dijeron.
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América Latina: una región con un alto potencial de crecimiento
Gracias a su ubicación, geografía y clima, América Latina concentra cerca del 60 % de la producción global de café. En este contexto, Brasil, Colombia, Honduras, Perú, México y Guatemala son los principales países cultivadores.
Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la industria cafetera emplea a más de 14 millones de latinoamericanos en los diferentes eslabones de la cadena productiva del café. Esto ha impulsado el desarrollo de empresas pequeñas y medianas (pymes) que han dinamizado el sector en los últimos años.
Por su parte, la Corporación Andina de Fomento (CAF) afirma que las pymes representan más del 99,5 % de las empresas en la región y generan el 60 % del empleo productivo formal, convirtiéndose en un motor para el crecimiento económico y la inclusión social.
A pesar de sus oportunidades de crecimiento y desarrollo, el sector cafetero en América Latina enfrenta diversos retos, entre ellos: el cambio climático, el acceso a tecnología e innovación, y la sostenibilidad económica, social y ambiental.
Para Martín Mayorga, fundador de Mayorga Coffee, una empresa que tuesta y comercializa café desde hace 25 años, el desafío para la industria del café radica en “establecer una visión global y una perspectiva local que permita entender tanto las necesidades del consumidor como de los productores en los países de origen. De esta forma, se pueden aplicar criterios de sostenibilidad en toda la cadena productiva”.
El reto de consolidar una marca de café
Ante un escenario en el que cada vez surgen más marcas de café, diferenciarse y sobresalir es uno de los principales objetivos. Para eso, hay diferentes estrategias a las que los empresarios pueden acudir; sin embargo, ante las demandas actuales de los consumidores, la trazabilidad parece ser la más efectiva.
Aunque ofrecer a los clientes toda la información sobre el origen del café es muy importante, Martín, a partir de su amplia experiencia, afirma: “si las relaciones no son justas en toda la cadena de valor del café, en algún momento se rompen. Por eso, para Mayorga ha sido esencial establecer relaciones sólidas con los productores latinoamericanos”.
“Mantenemos un apoyo firme y real a los caficultores que se traduce en mejores precios por el café, ayuda para el acceso a financiamiento en condiciones favorables, compras de insumos agrícolas a mejores precios y fomento de la diversificación de cultivos”, cuenta Martín.
Por su parte, a los consumidores les ofrecen productos orgánicos y de alta calidad. De esta manera, han podido posicionarse en un mercado competitivo y mantenerse fieles a su propósito, durante 25 años, de reducir la inequidad que históricamente han enfrentado los agricultores.
La sostenibilidad: un concepto más allá del marketing
Hoy en día, la sostenibilidad es imprescindible en el mercado del café. Los consumidores, en particular los más jóvenes, lo consideran un criterio fundamental en sus decisiones de compra y exigen este enfoque a las empresas con las que se relacionan.
Al respecto, Martín considera que aunque en principio parezca positiva esta tendencia, la realidad es que la industria del café ha manipulado el concepto de sostenibilidad con el propósito de vender más.
“Se habla mucho de apoyar al productor pero en realidad no se está apoyando a los pequeños productores que atraviesan condiciones de pobreza. El caficultor pequeño es dejado de lado por las empresas grandes. Así, la sostenibilidad se convierte en un tema de marketing más que de un equilibrio entre lo social, lo económico y lo ambiental. Se vuelve una herramienta de manipulación del mercado enfocado en convencer maliciosamente al consumidor”.
Alfredo Ascencio trabaja desde hace 20 años como tostador de Mayorga Coffee en Estados Unidos. Él cuenta cómo ha visto crecer a la empresa y abrir oportunidades para todos los que hacen parte de ella. “Aquí la sostenibilidad no es un concepto vacío. Lo he vivido a diario los últimos 20 años y es un orgullo trabajar en una empresa que no comercia con los productores de café sino que los ve como socios”.
Oportunidades del mercado para el espíritu empresarial
Ya no es una novedad saber que la demanda de café está en aumento a escala global y en América Latina. La perspectiva del mercado de la región es prometedora y el café representa más del 60 % del consumo de bebidas calientes.
Aunque el café instantáneo sigue siendo popular, los consumidores se están inclinando hacia cafés de mejor calidad y buscan experiencias que les permitan ligar el disfrute de la bebida con el aprendizaje sobre su origen y producción.
“Como tostador veo que hay oportunidades para promover más el consumo orgánico y sostenible en la región, atado a precios accesibles para los consumidores de nuestros países con tuestes de calidad”, menciona Alfredo.
En ese contexto, las pymes pueden aprovechar el fortalecimiento de la especialidad en el mercado y estructurar sus negocios para ser agentes de cambio desde los países productores.
“Para mí no hay nada mejor que crear o ampliar el mercado en nuestros países, en donde el consumo va cada vez en aumento. Colombia y Brasil lo han hecho muy bien. Esto da oportunidad a empresas locales para que puedan crecer y le da una opción a los productores para que puedan vender sus granos localmente”, dice Martín.
Por lo tanto, él ofrece una recomendación importante para los empresarios con marcas jóvenes en la industria: “consolidar los negocios en el origen me parece una opción adecuada, antes de lanzarse a la internacionalización o de tener operaciones en Estados Unidos”.
Desafíos para empresarios y emprendedores en café
Como en cualquier otra industria, emprender es un camino largo, que requiere de esfuerzo, tiempo y paciencia. Aunque en algunos países hay incentivos para las pequeñas y medianas empresas, los primeros años son económicamente muy complejos y es necesario establecer planes de acción concretos y reales.
Actualmente, uno de los desafíos para quienes tienen un negocio de café es el financiamiento, por eso, el aprendizaje es un punto crucial. “No solo es necesario el conocimiento a profundidad de cada eslabón de la cadena de valor sino también de finanzas. Hoy en día, el 85 % de un negocio cafetero está relacionado al financiamiento”, señala Martín.
Otro reto es conocer a profundidad el mercado al que quieren llegar. Martín subraya que hay que tener cuidado al escuchar lo que dice la industria de la especialidad. “Muchas veces te dicen que debes sembrar y procesar cafés naturales con más de 90 puntos en cata y no necesariamente es así porque estarías invirtiendo muchos recursos en productos que no tienen volumen y generan costos muy altos, para los que el mercado es muy reducido”.
Por lo tanto, más allá de dejarse llevar por las tendencias o lo que están haciendo otras marcas, para que una empresa sea exitosa lo principal es escuchar y analizar a su público objetivo, es decir, al consumidor de sus productos.
En muchos casos, más que variedades exóticas, procesamientos experimentales o microlotes exclusivos, lo que los consumidores buscan es una buena taza, con consistencia en la calidad y con granos comprados justamente a los caficultores.
Finalmente, para quienes quieren emprender o hacer crecer su empresa, Martín recomienda: “trabajen con un propósito que vaya más allá del dinero y sean leales con la filosofía de negocio que se plantearon, eso ayudará a tener un crecimiento sostenible”.
No hay duda de que el mercado latinoamericano del café presenta cada vez más oportunidades para empresas y emprendedores, quienes aportan diariamente al crecimiento de la industria.
El espíritu empresarial del sector cafetero debe comprender que los mercados son dinámicos, que están en permanente cambio y que, cada vez más, los consumidores le dan especial importancia a la sostenibilidad y al comercio justo.
Para tener una marca prestigiosa y perdurable es fundamental integrar estos conceptos no como una promesa de mercadeo sino como una filosofía para alcanzar el bienestar de todos los que conforman la cadena de valor del café.
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Créditos de las fotos: Mayorga Coffee.
Ten en cuenta: Mayorga Coffee es patrocinador de Producer & Roaster Forum
PDG Español
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