Guerra civil en Etiopía: ¿cómo afecta al sector del café?
El 2 de noviembre de 2021 el gobierno etíope declaró estado de emergencia en todo el país, durante seis meses. Tras un año de conflicto en el norte del país, el gobierno etíope expresó su temor de que los continuos disturbios civiles alcanzaran la capital, Adís Abeba.
Desde hace más de un año, la situación de algunas personas en Etiopía es devastadora. En todo el país millones de personas se han visto afectadas: se han producido desplazamientos, desapariciones, asesinatos y una necesidad urgente de ayuda.
En paralelo, el estado de emergencia supuso la implementación de controles de carretera, toques de queda, controles de seguridad reforzados y ocupación militarizada de algunas partes del país pero ¿qué significa esto para el sector del café?
Si la situación empeora, cualquier nueva interrupción de las vías de transporte podría afectar significativamente a la industria cafetera etíope. Teniendo en cuenta que el café representa más del 30 % del producto interno bruto del país, una alteración de la cadena de suministro podría ser perjudicial para los ingresos generales de Etiopía.
Para saber más sobre cómo el conflicto puede estar afectando a la industria cafetera, hablé con tres profesionales del café, dos de ellos ubicados en Adís Abeba. Sigue leyendo para conocer lo que me dijeron.
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¿Qué provocó la guerra civil en Etiopía?
Los disturbios civiles en Etiopía fueron escalando por más de un año pero ¿cuáles son sus causas fundamentales?
La situación es compleja pero la guerra tiene su origen en la tensión entre el primer ministro, Abiy Ahmed, y el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF). El 6 de mayo de 2021, el gobierno etíope designó al TPLF como una organización terrorista.
El TPLF, por su parte, se identifica como un movimiento izquierdista armado de liberación, que representa al pueblo tigray y a los siglos de marginación que ha sufrido a manos de los gobiernos anteriores. Mundialmente no está reconocido como organización terrorista; por ejemplo, Estados Unidos no ha designado al TPLF como organización terrorista reconocida.
Tras derrotar al gobierno marxista del país, en 1991, el TPLF formó una coalición y gobernó el país durante más de 20 años; sin embargo, cuando Abiy Ahmed asumió el cargo, en 2018, su partido intentó desfinanciar al TPLF. Esto hizo que el grupo se retirara a la región norteña de Tigray.
Las tensiones llegaron a un punto de ebullición entre el TPLF y el gobierno de Abiy Ahmed en septiembre de 2020. Tras la postergación de las elecciones nacionales, debido al COVID-19, el TPLF solicitó a la Junta Electoral Nacional de Etiopía que organizara unas elecciones regionales para Tigray pero esta petición fue denegada.
La región de Tigray desafió estas órdenes y celebró las elecciones, lo que tensionó aún más la relación entre el TPLF y el gobierno.
En noviembre de 2020, se informó que el TPLF atacó una base militar federal. Este fue el primero de muchos ataques entre los dos bandos.
La mayor parte del conflicto ha tenido lugar en la región de Tigray, lo que ha sido catastrófico para la población de la región.
Cydney Ross es la directora de país para Etiopía del comerciante de café verde Tropiq. “El conflicto ha desplazado a unos 2,2 millones de personas en Etiopía”, afirma. “Muchos han huido a campos de refugiados dentro de Etiopía y en los países vecinos”.
A mediados de noviembre de 2021, la BBC informó que al menos 400 000 personas estaban amenazadas por la hambruna en Tigray. Es probable que esta cifra haya aumentado a medida que los disturbios civiles continuaron.
Will Corby es el director de café de Pact Coffee, un tostador ubicado en Londres. “Hay informes sobre personas de ascendencia tigray que han sido perseguidas en todo el país y que han desaparecido de la noche a la mañana. Una situación muy preocupante”, afirma.
Además, se han visto evidencias de asesinatos ilegales, violencia sexual y tortura por parte del TPLF y de los grupos militares del gobierno etíope. Esto ha dejado sectores de la región de Tigray sumidas en caos.
Los abogados que representan a los ciudadanos de Tigray han presentado denuncias de violaciones a los derechos humanos contra el gobierno etíope. En respuesta, la comisión de derechos humanos de la Unión Africana empezó a investigar al ejército etíope por primera vez.
Aunque Abiy Ahmed hizo declaraciones a principios de febrero para resolver pacíficamente el conflicto, cada vez eran más frecuentes los informes de que el conflicto se extendía a las regiones vecinas de Afar, en el noreste, y Amhara, en el noroeste. Posteriormente, a finales de febrero, se produjeron varios ataques violentos contra refugiados eritreos.
Eritrea comparte frontera con Etiopía, Sudán y Yibuti, por lo que muchos refugiados eritreos se encuentran desplazados en la región de Tigray.
¿Afecta la guerra civil a la producción y las exportaciones?
No hay duda de que esta situación es perjudicial para la seguridad y la protección del pueblo etíope pero, también, es potencialmente desastrosa para su economía.
El 2 de noviembre de 2021, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó eliminar a Etiopía de la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África, tras las denuncias de conflicto.
“Suele ser la primera señal de que una nación está presionando a un país para que evite o frene el conflicto y avance hacia las negociaciones o resoluciones“, explica Will; sin embargo, limitar los sistemas comerciales de Etiopía podría ser catastrófico para su industria cafetera.
“El café es el mayor generador de divisas extranjeras en Etiopía”, dice Cydney. “La guerra ha sido costosa y el país necesita divisas para mantener su crecimiento económico”; no obstante, señala que, por el momento, la guerra civil ha tenido poco efecto en la producción y en las exportaciones, principalmente por razones geográficas.
“La mayor parte del conflicto está en el norte del país y, afortunadamente, la mayoría de las zonas de cultivo de café están en el suroeste”, dice.
Kenean Dukamo es director de exportaciones del productor y exportador etíope de café verde Daye Bensa. Él confirma que el conflicto aún no ha afectado al proceso de cosecha.
“Daye Bensa se centra principalmente en la región de Sidamo”, dice Kenean. “Allí la cosecha de café se desarrolló con normalidad”.
A pesar de esto, Cydney destaca que las restricciones derivadas del estado de emergencia declarado por el gobierno desaceleraron la cadena de suministro. Ella afirma que esto ha provocado, posiblemente, una escasez para algunos exportadores, cuyos efectos no se notarán en la cadena de suministro durante algún tiempo.
“Dado que el café se suele cosechar por la mañana, reunir por la tarde y entregar por la noche, el toque de queda de las ocho de la tarde [en la región de Oromia] hacía casi imposible que los camiones que entregaban cerezas llegaran a las estaciones”, afirma Cydney.
“Aunque estas restricciones se levantaron, finalmente, seguimos anticipando una escasez de cafés lavados a causa del toque de queda”.
Además, las restricciones financieras impuestas por el gobierno han hecho la vida más difícil para los productores de café y para toda la población.
En diciembre de 2021, la tasa de inflación del país subió al nivel más alto en una década: un asombroso 35 %. Como es natural, el costo de los alimentos aumentó un 41,6 %, incluyendo la carne, el pescado, las verduras y el café.
“El aumento del costo de la vida es una de las razones por las que el precio de la cereza ha subido significativamente este año”, dice Cydney. “Ha habido un aumento del 70 % al 100 % en el precio por kilo”.
El aumento de los precios, al igual que la imposición por parte de los bancos nacionales con límites diarios para retirar fondos y la congelación de los préstamos con garantía, dificultaron enormemente la comercialización del café por parte de algunos productores.
“Como resultado, se necesita mucho dinero en efectivo para comprar cerezas y los productores suelen depender de la financiación de los bancos para producir café”, dice Kenean. “El gobierno etíope levantó las restricciones sobre la congelación de los préstamos para los grandes exportadores y las organizaciones de productores pero todavía hay algunas limitaciones. No es tan flexible como antes”.
¿Podrían verse afectadas las exportaciones de café en el futuro?
A pesar del conflicto en Etiopía, las exportaciones de café continúan con normalidad hasta ahora. Bloomberg informó, en noviembre de 2021, que las exportaciones ascendieron a 86 000 toneladas durante tres meses hasta llegar a octubre. Esto supuso un aumento del 77 % respecto a las estimaciones de la Autoridad Etíope Para el Café y el Té (Ethiopian Coffee and Tea Authority).
“El último informe semestral de la Autoridad Para Café y el Té de Etiopía indica que las exportaciones ascendieron a 150 000 toneladas en los últimos meses”, dice Kenean. “Esto ha generado más de 600 millones de dólares”; sin embargo, se desconoce si podría haber repercusiones a largo plazo para la industria cafetera de Etiopía.
Casos anteriores de disturbios civiles en otros países productores de café han visto un efecto dominó que puede sentirse durante meses o años.
Por ejemplo, en abril de 2021, una reforma fiscal prevista en Colombia dio lugar a una serie de protestas que provocaron bloqueos de carreteras y puertos entre mayo y junio. Las protestas se produjeron en plena época de cosecha en el país, dejando a algunos caficultores con el café detenido en las fincas por hasta dos meses.
Además, la investigación sobre el conflicto en Burundi descubrió que la exposición a la “violencia a nivel individual” dio lugar a un menor volumen de producción de café.
Desde que obtuvo la independencia en 1962, Burundi ha sido proclive a los disturbios civiles. En consecuencia, se ha provocado el desplazamiento de al menos un millón de personas y cientos de miles de muertes.
Un estudio publicado en el African Journal of Agricultural and Resource Economics concluyó que los hogares burundeses que experimentaron la violencia del conflicto tenían hasta un 18 % menos de probabilidades de cultivar café. Esto ocurría, incluso, hasta cuatro años después de que se produjera el conflicto.
“Si hay una escasez de cafés etíopes o una interrupción de la cadena de suministro, sin duda, aumentarán los precios del café en toda la cadena”, dice Cydney.
Es importante señalar que los disturbios civiles en Etiopía son una situación singularmente compleja. Esto hace difícil predecir sus efectos en la industria cafetera del país y en el mercado en general. Por ahora, el impacto económico inmediato sigue siendo el más notable.
“En esta temporada ha sido casi imposible para las cooperativas y los pequeños exportadores acceder a préstamos bancarios”, explica Cydney. “Simplemente, no hay suficiente dinero disponible para apoyar a todos los actores del mercado en la exportación de café”.
“Será difícil para los exportadores comerciales de café seguir siendo competitivos en el mercado mundial este año”.
Apoyo a Etiopía durante el conflicto
Para los tostadores y los compradores de café verde, puede ser un desafío saber cómo apoyar a los caficultores etíopes.
“Cuando surgieron los informes sobre los crímenes de guerra en la región de Tigray, me dirigí al consejo de administración de Pact y expresé mi preocupación por nuestros compromisos de compra de café etíope”, afirma Will.
“Desde mi posición, no me pareció que fuera lo mejor en ese momento”, continúa. “Me preocupaba que los ingresos generados por la venta de café pudieran ser utilizados por el gobierno para financiar el conflicto”.
La BBC informó, en agosto de 2021, que el gasto militar de Etiopía superaría los 500 millones de dólares a finales del año; no obstante, Will señala que habría consecuencias negativas para los productores si los compradores de café verde cancelaran sus adquisiciones.
“Hay millones de personas que dependen del café para sus ingresos, cancelar todas las compras de café etíope sería excepcionalmente perjudicial para estas personas y para la economía del país en su conjunto”.
“A diferencia de la mayoría de los países productores de café con los que trabajamos, Pact no tiene relaciones fijas a largo plazo con determinados caficultores etíopes”, dice. “Aunque para los tostadores que sí las tienen, puede ser un desafío”.
Cydney subraya que seguir comprando café etíope es vital para que el sector siga avanzando.
“El café es la fuente de ingresos de unos 25 millones de personas en Etiopía. Cualquier disminución de la demanda en el mercado podría provocar una recesión económica o incluso una mayor inflación”, afirma.
El conflicto en Etiopía ha causado gran incertidumbre en todo el país, no solo para su sector cafetero; sin embargo, teniendo en cuenta que las exportaciones de café son un componente clave de la economía etíope, es importante que la industria cafetera en general siga consciente y mostrando su apoyo.
Si trabajas directamente con un caficultor etíope, en este momento lo mejor es ofrecerle ayuda. Comprueba si el conflicto lo está afectando. Si sucede, pregúntale cómo puedes ayudar. Puede ser algo tan sencillo como un poco más de paciencia en un momento difícil pero puede significar mucho.
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Traducido por Tati Calderón. Traducción editada por Alejandra Soto.
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