4 de diciembre de 2023

Los sistemas de regadío y su aplicación en la caficultura

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El agua es un recurso vital en la producción de café; sin embargo, los efectos del cambio climático están mermando su disponibilidad en las zonas productoras.

Mientras algunas regiones aún no presentan escasez hídrica, otras luchan contra las irregulares lluvias y las prolongadas sequías. La situación se agudiza si se tiene en cuenta que muchos caficultores siguen dependiendo de la benevolencia del clima, sin el respaldo de sistemas de riego que garanticen el abastecimiento de agua. 

Para saber más sobre los modelos de regadío, sus ventajas y desafíos, hablé con un productor y un ingeniero agrónomo. Sigue leyendo y descubre lo que me dijeron. 

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Proceso de recolección de café

¿De qué se trata el sistema de regadío? 

Si bien el agua es un recurso esencial para la actividad agrícola, es el que más se utiliza de forma irracional. Deja pérdidas enormes que provocan una sobreexplotación del recurso hídrico y el debilitamiento de los acuíferos. 

En esa búsqueda de optimizar el agua, y paralelamente desarrollar una caficultura viable a largo plazo, la agricultura adaptó los sistemas de riego o regadío. Su propósito es suministrar agua a los cultivos a través de instalaciones técnicas. Generalmente, las estructuras brindan los servicios de captación (aguas superficiales y subterráneas), conducción y, en algunos casos, almacenamiento y distribución en las fincas. 

Pedro Morales Mijangos, ingeniero agrónomo y productor de café en Guatemala, explica que estos sistemas proporcionan el volumen de agua que requieren las plantas para evitar el estrés hídrico y obtener un mayor rendimiento y calidad en el grano.

Existen varios tipos de sistemas pero los que comúnmente se encuentran en las fincas son los de aspersión, por goteo, inundación o cañón, dice Pedro. Es clave que el productor elija el que más le convenga y se adapte a sus necesidades. Es común encontrar fincas que no tienen un correcto manejo o instalación de las estructuras. 

Ventajas de este sistema

En primera instancia, se podría pensar que los sistemas de riego solo aseguran la disponibilidad de agua en temporadas de sequías o de bajas precipitaciones. A pesar de eso, las ventajas abarcan otros rubros, desde lo productivo, económico, ambiental y social. 

Pedro señala que a nivel agronómico los sistemas de riego funcionan como alternativas para suplir la deficiencia de agua que se presenta en algunas etapas fenológicas de los cafetos, como la floración, el crecimiento vegetativo, el llenado del fruto o la maduración. 

“Proporcionamos agua con el sistema de riego para lograr una floración más homogénea. Con ello, podemos hacer solo uno o dos cortes y que no tengamos tantas floraciones dentro de un ciclo”, explica. 

Por otra parte, el productor podría reducir la dependencia de mano de obra si implementa un modelo de fertirrigación. Al disolver los fertilizantes en el agua, cada planta recibe las cantidades que necesita para su óptimo desarrollo.

Nery Gonzalez Hernández es productor de café en la Finca Caribal en La Paz, Honduras. Él dice que en el pasado los caficultores se basaban en patrones estacionales predecibles para planificar sus cosechas y mantener una producción estable. 

Lastimosamente, la crisis climática ha alterado drásticamente los patrones. Ante estos cambios, se ha hecho más latente la necesidad de implementar modelos de riego que garanticen el agua en los momentos que las plantas la requieran. 

“Principalmente, se aseguraría en algunos cultivos tener producción todo el tiempo. En el café se podría calendarizar el sistema de riego y hacer que la planta florezca en tiempos más cortos. Eso llevaría a tener un período de cosecha más programado”, explica. 

Los sistemas de dotación de agua también promueven la diversificación de otros alimentos y de ingresos adicionales en tiempos fuera de la cosecha. “Por ejemplo, cultivos de tomate y pimientos son posibles cuando no hay tanta producción, y el mercado los demandan”, agrega Pedro. 

Funcionamiento de sistema de regadío en finca cafetera

Los sistemas de regadío en la producción de café

El riego es una práctica que suele asociarse a la agricultura de hortalizas. Esto, por su alta demanda de agua y su sensibilidad al estrés hídrico en comparación con otros cultivos. La caficultura, asimismo, puede obtener beneficios significativos a partir de la adopción de sistemas de regadío. 

A pesar de que el café suele ser cultivado en zonas con estaciones de lluvia definidas, no está exento de enfrentar situaciones en las que la irrigación es una opción viable. 

Un ejemplo es la caficultura brasileña, que viene implementando desde hace varias décadas estos sistemas. Pedro señala que, además de Brasil, otros países latinoamericanos empezaron a experimentar este modelo desde los años 80 y 90, cuando muchas plantaciones se hidrataban a través del riego por aspersión, aplicación con cañones o por goteo. 

Nery afirma que el porcentaje de caficultores hondureños que adaptan estos sistemas en sus cafetales es mínimo. Mientras tanto, en los huertos de hortalizas es más común su uso. Un escenario parecido se vislumbra en Colombia, donde más del 95 % de la caficultura no usa riego y es totalmente dependiente de la lluvia. 

De acuerdo con el informe El estado del agua y la agricultura en el mundo, publicado por la FAO en el 2020, para el 2018 la superficie de regadío en América Latina era de dos millones de hectáreas, un 7 % de la superficie total que corresponde a 330 millones de ha. 

¿Qué soluciones brindan a los productores?

Una planta que no está sometida a estrés puede producir más y con mayor calidad. En consecuencia, el estrés hídrico, ya sea por falta o exceso de agua, es uno de los responsables de los bajos rendimientos agrícolas en todo el mundo.

Según Pedro, la llegada de las tecnologías de riego a las fincas podrían incrementar su productividad, rentabilidad e incluso proveer una vida más saludable a los cafetos.

“Es un sistema de auxilio en un momento cuando se están desarrollando etapas importantes para la planta, ya sea floración o crecimiento. Esto definitivamente se va a transformar en mayor crecimiento y más producción”, concluye. 

Un oportuno acceso al agua, también contribuye a realzar las propiedades organolépticas del café. Si la planta aprovecha todos los nutrientes disponibles en el suelo, el grano concentrará más sólidos solubles, que influyen positivamente en el sabor, la textura, el cuerpo y el balance. 

El uso responsable del agua no solo conlleva beneficios económicos y agronómicos inmediatos, a su vez representa una inversión a largo plazo en la preservación y sostenibilidad de los recursos naturales.

Cerezas de café en maduración

¿Qué se debe tener en cuenta para implementarlos?

Los sistemas de riego no se aplican de forma homogénea para todas las fincas. Por eso, la decisión de implementar un modelo de regadío debe basarse en un análisis previo de las condiciones climáticas, la topografía, la disponibilidad de agua, las necesidades hídricas de las plantas y otros factores relevantes de cada parcela. Cada acción debe estar fundamentada en la asesoría de un ingeniero agrónomo o un profesional en regadío. 

“Hay que evaluar si realmente el cafetal tiene capacidad o está apto. A medida que instalamos el sistema hay muchas plantas que posiblemente ya no están aptas para la condición de regadío y las vamos a exponer a un metabolismo alto o a una condición de exigencia alta. Con esto la podemos afectar más que beneficiarla”, recomienda Pedro.

Adicionalmente, es importante que los productores dispongan de una fuente de agua (río, pozo o tanque) con un caudal constante a lo largo de las estaciones. El aprovechamiento de esta fuente no debe representar ningún problema para las comunidades aledañas.

“Cuando se va a instalar un sistema de riego es necesario enviar una muestra a un laboratorio para que nos diga si el agua es apta o no apta para riego. Algunas de las condiciones que toma como base son metales pesados que pueda tener el agua, que pueda ser alta en sodio o con una conductividad eléctrica demasiado alta”, añade Pedro. 

Elegir un plan según los recursos disponibles

Los agricultores deben elegir un plan de diseño que se adapte a su capital económico. Cada sistema requiere de una infraestructura particular: tuberías, válvulas, bombas, aspersores o goteros, que deben responder a las condiciones climáticas y las exigencias de las plantaciones. 

“Por ejemplo, si la fuente de agua está abajo, tiene que diseñar tanques o un sistema específico para subir el agua y regar hacia abajo. Otro punto es los distanciamientos y los tipos de manguera que va a utilizar, y en qué etapas va a utilizar el sistema de riego”, complementa Pedro. 

A largo plazo, estas tecnologías van a requerir de un mantenimiento regular que garantice su funcionamiento óptimo. Asimismo, es clave que el personal encargado de operar estos sistemas esté capacitado correctamente. 

¿Qué limitaciones pueden presentar?

Cuando se habla de tecnificación de riego, también se habla de una inversión. Implica un retorno económico siempre y cuando la implementación sea la adecuada. 

El costo es una de las variables que más limitan a los productores a la hora de acceder a estas tecnologías. La mayoría de agricultores que se dedican a la caficultura son de pequeña escala, viven en condiciones de pobreza y con un bajo poder adquisitivo, lo que reduce las oportunidades de acceder a créditos en instituciones financieras

Nery dice que es una de las razones que han impedido la masificación del riego en las regiones cafetaleras. Generalmente son los caficultores de gran tamaño quienes cuentan con los recursos económicos para tecnificar sus fincas. “A nivel pequeño se ha hecho más experimental, los productores grandes tienen más facilidad y acceso a recursos, ya sea vía financiamiento u otros ingresos no necesariamente del café”, señala.

Las condiciones topográficas de los orígenes productores también se suman a los obstáculos. Nery señala que en Honduras, el 40 % de las plantaciones están cultivadas en pendientes, que dificultan el sistema de riego. 

Frutos del cafeto

La caficultura del futuro plantea condiciones ambientales más erráticas que pueden desencadenar un desabastecimiento del recurso hídrico. Los productores deben ser conscientes de que el agua es un elemento vital e irremplazable en la agricultura. Esto legitima la necesidad de implementar sistemas de riego para que el uso del agua sea eficiente, mejore las condiciones productivas y sean más competitivos en tiempos de cambio climático. 

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Créditos de las fotos: Yenny Ballesteros. 

PDG Español

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