¿Por qué es tan influyente la cultura de las cafeterías de Viena?
En todo el mundo, las cafeterías son espacios sociales importantes, como suele ilustrarse con el concepto del tercer lugar. En ciertos países, esto va más allá. Las cafeterías tienen un profundo significado cultural e histórico y juegan un papel clave en la configuración del café de especialidad.
Un ejemplo es Viena, la capital de Austria. Las cafeterías vienesas (o Wiener Kaffeehaus en alemán) son icónicas y han influenciado la cultura del café de la ciudad. De hecho, desde 2011, la “cultura de los cafés vieneses” figura en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
En este artículo, exploramos por qué la cultura de las cafeterías prevalece en Viena y cómo influye en el café de especialidad en la actualidad.
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Breve historia del café en Austria
Al igual que con muchos otros países europeos, llegó por primera vez a Austria en el siglo XVII. En poco tiempo, comenzaron a abrir cafeterías, muchas ubicadas en Viena.
Según The Coffee House: A Cultural History, la primera cafetería vienesa fue abierta por el empresario armenio Johannes Diodato en 1685. Después de esto, se establecieron más y más cafeterías en la ciudad.
Teniendo en cuenta que Viena no fue el lugar de nacimiento de la cultura del café, ¿por qué es tan influyente? En gran parte es el resultado de la importante historia de la ciudad y su ubicación. Entre finales de la década de 1860 y principios de la de 1910, Viena fue la capital del imperio austrohúngaro, lo que la convirtió en una especie de crisol cultural en Europa.
A principios del siglo XX, los cafés se convirtieron en importantes lugares de encuentro de intelectuales y artistas para discutir temas sociales y políticos, entre otros.
Por el precio de un solo café los clientes podían quedarse todo el tiempo que quisieran sin ser molestados. De hecho, algunas personas solían enviar su correo a cafeterías, una clara indicación de que servían como un tercer lugar para muchas personas en ese momento.
Los cafés vieneses, en particular, jugaron un papel muy importante en el intercambio de conocimientos e información. Hoy en día, todavía hay un estante o una mesa con periódicos para los invitados dentro de casi todas las cafeterías de Viena.
La importancia de los cafés de Viena
Es justo decir que la mayoría de los cafés vieneses son hermosos. Los altos techos abovedados y las columnas arqueadas son impresionantes y ciertamente evocan una sensación de nostalgia.
La cultura del café de Viena, sin embargo, se extiende mucho más allá del diseño de sus cafeterías. Muchas figuras prominentes frecuentaban estos lugares y, a menudo, escribían sus obras literarias mientras bebían café.
En la ciudad hay alrededor de 600 cafés pero algunos de los más notables son:
- Café Central
- Café Griensteidl
- Café Sperl
- Café Alt Wien
- Café Schwarzenberg
- Café Landtmann
En Café Central (que abrió sus puertas en 1876), por ejemplo, puedes encontrar placas alrededor de la cafetería que detallan a algunos de los visitantes más destacados, incluidos artistas, actores, poetas, políticos, escritores, intelectuales y revolucionarios.
Algunas de estas personas incluyen:
- Los escritores austriacos Friedrich Torberg y Egon Kisch
- El escritor y poeta austriaco Peter Altenberg
- El psicólogo Sigmund Freud
- El revolucionario ruso Leon Trotsky
En los años siguientes, se abrieron muchas cafeterías de estilo vienés en ciudades como Budapest, Praga, Verona, Trieste y Venecia. Se caracterizan en gran medida por una serie de aspectos específicos, como espacios amplios, lámparas de araña, mesas de mármol y sillas Thonet (sillas de madera que tienen un respaldo curvo y doblado, un asiento redondo y patas acampanadas).
El ambiente de los cafés vieneses también es un gran factor definitorio que está influenciado por los meseros. En esencia, la idea es molestar lo menos posible al cliente sin dejar de estar atento a sus necesidades.
A diferencia de algunas cafeterías especializadas, que tienden a ser más pequeñas y, por lo tanto, requieren una mayor tasa de rotación de clientes, se alienta a las personas a permanecer todo el tiempo que deseen en el local. Los camareros, que suelen llevar ropa más formal, juegan un papel muy importante en la creación de una experiencia relajante y cómoda para los huéspedes.
El auge de las barras de espresso
Durante la década de 1950, a medida que comenzaron a abrirse más bares de espresso, la popularidad de las cafeterías en Viena comenzó a decaer. Con más personas bebiendo espresso, las bebidas de café tradicionales se consideraban anticuadas.
Este cambio también estaba relacionado con el hecho de que los televisores se habían vuelto mucho más accesibles en ese momento. A su vez, las personas podrían recibir información en casa, en lugar de tener que visitar una cafetería para leer el periódico.
En consecuencia, algunas cafeterías vienesas tuvieron que cerrar pero muchas siguen abiertas. Desde la década de 1980 en adelante la ciudad aprovechó la sensación nostálgica de sus cafeterías para atraer a un número creciente de turistas.
Diferentes bebidas de café
A Viena se le atribuye, en gran medida, la invención del cappuccino en el siglo XIX pero la ciudad ha estado sirviendo una amplia gama de otras bebidas de café desde hace algún tiempo. Algunas de ellas son:
- Melange (como un cappuccino pero hecho con menos espresso o un perfil de tueste ligeramente más claro)
- Einspänner (servido en un vaso con asa con crema batida, a menudo con azúcar en polvo al lado)
- Franziskaner (similar a Einspänner pero generalmente se espolvorea con cacao en polvo)
- Biedermeier (café negro con nata montada y licor de albaricoque)
La mayoría de las cafeterías sirven bebidas en tazas de porcelana en bandejas y siempre con un vaso de agua. Por lo general, se ubica una cuchara en la parte superior del vaso de agua para indicar que está fresca, un guiño a las tradiciones de la aristocracia austriaca.
Muchos cafés vieneses también sirven comida y algunos ofrecen menús de restaurante completos; sin embargo, se espera que todos ofrezcan tortas y pasteles para acompañar su menú de café.
Si deseas tener una experiencia de cafetería vienesa más auténtica, se recomienda visitarlas por la mañana cuando apenas han abierto. Esto es especialmente cierto para destinos turísticos populares como Café Central, que se puede llenar rápidamente.
Influencia en la cultura del café de especialidad de la ciudad
Dada la importancia histórica de las cafeterías de Viena, es natural que el sector del café de especialidad local se inspire en este pilar cultural de larga data.
Viena tiene una próspera escena de cafés de especialidad, que incluye tiendas y tostadores notables como Coffee Pirates, Kaffein, Jonas Reindl Coffee Roasters, Vogel Kaffee y Gota Coffee, por nombrar algunos.
En comparación con las cafeterías tradicionales, hay un enfoque mucho mayor en el uso de granos de calidad en estas cafeterías de especialidad. La preparación de bebidas es una parte importante de ambos establecimientos porque todas las bebidas deben ser visualmente atractivas.
Además de servir un café de gran sabor, el servicio al cliente debe ser excelente. Igual que con las cafeterías, los consumidores de las tiendas de café de especialidad deben sentirse bienvenidos y atendidos.
Este nivel de servicio se extiende más allá del sector de cafés especiales de Viena, con muchos baristas a nivel mundial que brindan un excelente servicio al cliente y tienen habilidades de hospitalidad.
Podemos atribuir muchas cosas a la cultura del café vienés. Desde la invención del cappuccino hasta ofrecer un ejemplo inicial del tercer lugar. Está claro que las cafeterías de Viena siguen siendo un icono dentro de la industria del café en general.
En el futuro previsible, tanto los lugareños como los turistas seguirán visitando las cafeterías vienesas. Con la escena del café de especialidad de la ciudad creciendo, será interesante ver cómo las dos culturas coexisten en armonía.
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Traducido por Loreta Moccia. Traducción editada por Alejandra Soto.
PDG Español
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