Aunque algunos cócteles con café son lo suficientemente complejos como para dejarlos en manos de bármanes profesionales, otros pueden prepararse en casa con pocos ingredientes de calidad. 

El café irlandés es, sin duda, uno de ellos. Este sencillo cóctel caliente se prepara con café negro, azúcar, whisky irlandés y una capa de crema para finalizar.

Hablé con un barman y un experto en café para entender mejor de dónde proviene esta bebida icónica, cómo sigue siendo tan popular después de décadas y cómo podría evolucionar en el futuro. Sigue leyendo para descubrir qué me dijeron.

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¿Qué es exactamente el café irlandés?

John Jeide es barman en Buena Vista Café en San Francisco, Estados Unidos. Él dice que su receta, mundialmente famosa, no ha cambiado desde su introducción en 1952. 

Él explica que la receta de Buena Vista consta de cuatro ingredientes básicos: whisky irlandés, café recién preparado, azúcar y crema batida. Aunque normalmente se prepara con whisky irlandés debido a su sabor suave, él dice que los clientes a veces lo piden con Baileys o Tuaca (un licor de vainilla).

John sirve la bebida en un vaso templado, estrecho en la parte inferior y más ancho en la superior porque, según él, son las proporciones perfectas para un cóctel de café.

“Primero calientas el vaso con agua hirviendo, para mantener el café caliente después de añadir el whisky”, dice. “Luego, elimina el agua y vierte café en el vaso hasta llenar tres cuartas partes. Añade dos cubos de azúcar, revuelve y luego añade el whisky”.

“Por último, utiliza el dorso de una cuchara para cubrir con crema batida. Bebe el café caliente a través de la crema fría”.

Lo que queda es una combinación agradable de ingredientes calientes, fríos, amargos y dulces, con una capa de rica crema batida. A veces, la crema se enriquece para evitar que se derrita y que pueda flotar en la superficie de la bebida.

¿De dónde proviene?

Al igual que ocurre con muchas bebidas populares, los detalles sobre el origen del café irlandés son contradictorios. Conversé con Alin Giriada, director general de Coffee Laboratory en Dublín, Irlanda, para obtener más información.

“Hay muchas historias sobre la invención del café irlandés”, dice. “Una de ellas es que lo inventó el barman Joe Sheridan en 1942”. 

“Al parecer, un avión tuvo que cancelar un vuelo por el mal tiempo y Sheridan ideó la receta para reconfortar a los pasajeros varados”; sin embargo, muchos creen que fue un viajero estadounidense llamado Stanton Delaplane quien introdujo la bebida en el panorama internacional. Según la leyenda, Delaplane probó por primera vez el “café gaélico” en un aeropuerto irlandés y lo llevó a Estados Unidos en la década de 1940.

Tras llegar, pasó una noche intentando recrearlo en el Buena Vista Café de San Francisco, donde el propietario, Jack Koeppler, se obsesionó con perfeccionarlo. 

En un extraño giro del destino, Koeppler visitó más tarde la Terminal de Barcos Voladores de Foynes, en Irlanda, el mismo lugar donde, supuestamente, Joe Sheridan sirvió por primera vez la bebida a los cansados pasajeros.

Posteriormente, en algún momento, Sheridan regresó a Estados Unidos con Koeppler. Algunos incluso creen que pasó una década trabajando en Buena Vista, lo que lo convierte en el “verdadero” hogar del café irlandés.

Otra tradición sostiene que se inventó durante la Segunda Guerra Mundial en el Temple Bar de Dublín. El propietario, Michael Nugent, pensó que el whisky y la crema ayudarían a enmascarar el horrible sabor del café de los tiempos de guerra. Si bien esta historia puede tener sentido, no es tan agitada como la aventura transatlántica de Sheridan.

¿A quién atrae el café irlandés?

Sin importar su origen, está claro que el café irlandés existe desde hace más de medio siglo; no obstante, en los últimos años, su popularidad ha resurgido, al igual que la de los cócteles de café en general.

Algunas investigaciones también muestran que, desde el inicio del COVID-19, más consumidores han optado por quedarse en casa, pedir a domicilios licores de primera calidad y preparar cócteles desde la comodidad de su cocina. 

John cree que el café irlandés es, así la gente lo prepare en casa o lo pida en un bar,  versátil y perfecto para casi cualquier situación. “Se puede tomar un café irlandés en cualquier momento del día”, dice. “Antes o con el desayuno, al almuerzo, o antes o después de cenar”. 

Él añade que los clientes de Buena Vista lo disfrutan habitualmente antes de partidos deportivos importantes, en fiestas como el día de San Patricio y en cumpleaños o aniversarios.

Curiosamente, John también señala que la bebida parece ser más popular en Estados Unidos que en Irlanda. Alin está de acuerdo y afirma que es especialmente popular entre los turistas.

“Junto con una pinta de Guinness, es una de las cosas que hay que probar cuando visitas Irlanda”, dice. “Al tratarse de una combinación de alcohol y café, no es el tipo de bebida que se disfruta un viernes por la noche. Requiere un contexto festivo como el de las fiestas tradicionales”.

¿Qué café se debería utilizar?

Alin explica que para preparar un excelente café irlandés, naturalmente hay que encontrar un café de alta calidad. Él dice que su elección personal es un etíope natural de alta puntuación preparado en un Chemex.

Aunque las preferencias individuales difieren, la mayoría de las recetas recomiendan utilizar un café que complemente la bebida en lugar de sobrecargarla. Esto generalmente implica evitar el espresso ya que su intensidad puede hacer que la bebida sea demasiado amarga. 

Según Alin, el uso del whisky de Irlanda es lo que diferencia al café irlandés de otras bebidas. “Hay muchos otros cócteles que utilizan alcohol, café y crema. Es fácil que todo el mundo adivine su origen: café irlandés, ruso blanco, café brasileño, etc.”, dice. 

“La singularidad del café irlandés está en la proporción de café y alcohol. Para obtener un buen resultado, es muy recomendable utilizar un whisky irlandés”. 

John está de acuerdo: “utilizamos la mezcla de whisky irlandés Tullamore D.E.W. y Peerless Coffee nos prepara una mezcla de café orgánico para Buena Vista. La combinación hace que el sabor sea suave”.

¿Cómo podría evolucionar el café irlandés en el futuro?

Dejando de lado algunas variaciones menores, el café irlandés ha permanecido relativamente sin cambios desde su invención hace varias décadas. 

Para algunas tiendas de café como Buena Vista, su receta invariable forma parte de su atractivo. John cree que la bebida seguirá siendo popular, sin importar las tendencias futuras. 

“El café irlandés nunca parece pasar de moda y la receta se ha mantenido igual a lo largo de los años”, dice. “Hay algo en el hecho de probar esta bebida de whisky y café caliente a través de la crema batida fría: no hay nada parecido. Es memorable”.

Aunque la receta de Buena Vista no ha cambiado, John afirma que ha visto aparecer en el mercado muchos productos con sabor a café irlandés, como cremas y licores. Además, él cree que la innovación dentro de los cafés de especialidad podría dar lugar a diferentes versiones de la bebida. 

“Dado que se trata de una bebida que requiere licores, yo recomendaría utilizar cafés que puedan alcanzar un carácter afrutado, alcohólico y vinoso a través del procesamiento”, afirma.

“Así que, en el futuro, creo que podríamos notar que se utilizan más cafés de proceso honey o de maceración carbónica para esta bebida, por ejemplo”.

Sin importar lo que se piense del café irlandés, está claro que su sencillez lo ha distinguido de otras combinaciones de café y alcohol a lo largo de los años. Es poco probable que su receta principal cambie porque, en gran medida, se ha mantenido igual durante más de 70 años.

Si las personas experimentan o no con el café que utilizan es un asunto diferente. Como dice Alin, los cafés que tienen naturalmente un sabor vinoso o extravagante pueden equilibrarse perfectamente con el whisky irlandés y darle un sabor muy satisfactorio. Quizás sea algo que notaremos en los próximos años.

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Crédito de las fotos: The Buena Vista.

Traducido por Tati Calderón. Traducción editada por Alejandra Soto.

PDG Español

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