Tomar café todos los días es parte de la rutina de muchos; sin embargo, reutilizar los posos que resultan de la preparación puede ser algo nuevo. 

Los posos de café (también llamados borra, broza, ripio, cuncho) son los residuos que quedan en el filtro o en la manga de tela que se utiliza para colar el café. Los consumidores con afinidad a la economía circular los reutilizan, generalmente, como abono para las plantas o como exfoliante para la piel.

Se ha comprobado que este subproducto puede tener múltiples aplicaciones: agronómicas, gastronómicas, artísticas, entre otras. Por esta razón, con la ayuda de tres expertas, creamos una lista de usos que le puedes dar a estos residuos. Continúa leyendo para descubrirlos. 

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¿Por qué es importante reutilizar estos desechos? 

La industria del café, como muchas otras, está vinculada a la contaminación ambiental. Se estima que para preparar una taza de café solo se utiliza el 5 % del peso de la cereza, entonces, ¿qué sucede con el 95 % restante?

Productores, tostadores y consumidores han mostrado interés por contribuir con la sostenibilidad ambiental del sector al evitar que los desechos que se originan durante la transformación del grano, como el mucílago, la pulpa, el pergamino, el cisco y la borra, terminen en vertederos y ríos.

Dolores del Castillo, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en España, viene trabajando desde el 2000 en investigaciones relacionadas con el café. Ella dice que la transformación de los desechos en nuevos productos es el camino más viable para reducir la huella ambiental de la industria y para promover una filosofía de cero desperdicios contaminantes. 

“Vertir a los ríos o al medioambiente productos que pueden degradarse, porque son materias orgánicas, y pueden provocar contaminación u otro tipo de problemas, no es lo adecuado. Lo adecuado es valorizarlo, reconvirtiéndolo en un nuevo producto que tenga un margen de beneficio”, agrega. 

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) estableció una pirámide invertida en la que ubica jerárquicamente las aplicaciones que se le pueden dar a los residuos de los alimentos. La incineración es el final menos recomendable para los subproductos y, por el contrario, las mejores opciones son usos industriales, para alimentación animal, elaboración de compostaje y fertilizantes. 

Qué otros desechos se generan en la preparación del café

Actualmente, el consumidor cuenta con varios métodos para preparar su café. Dependiendo del método, no solo obtendrá un sabor de café diferente sino residuos distintos. 

Por ejemplo, con la prensa francesa, solo hay que darle una segunda oportunidad a la broza del café. Con métodos filtrados por goteo, como V60, chemex o kalita, los desechos pasan a ser dos: los posos de café y el filtro. 

Dolores señala que hay mucha información disponible sobre las segundas aplicaciones que se le pueden dar a los filtros. Este utensilio, que generalmente se arroja a la basura en su primer uso, se caracteriza por carecer de pelusa y ser absorbente, igual que los posos del café.

Por esta razón, algunas personas suelen usarlos como toallas desmaquillantes, para limpiar o absorber el aceite de las frituras y en la limpieza de vidrios o espejos.

También, funcionan como recipientes para ambientadores naturales o como filtros para la preparación de bebidas alternativas al café:  jugos y té. 

Amaia Iriondo De Hond, investigadora posdoctoral e integrante del grupo de investigación de Dolores, basó su tesis doctoral en la valoración de los subproductos del café. Ella señala que otra opción es “lavar el propio filtro, secarlo y utilizarlo otra vez”. 

Las cápsulas o monodosis que se usan en la preparación automatizada son otro enemigo para la salud del planeta. Solo en España, se calcula que se utilizan a diario entre cuatro y seis millones de cápsulas. 

Aunque algunas empresas que desarrollan estos productos ofrecen alternativas para recuperar estas cápsulas, como Nescafé que cuenta con una red de puntos para la concentración y recolección de estos recipientes, no todos los consumidores cuentan con esta opción. 

En ese contexto, ¿qué hacer con las montañas de cápsulas que quedan? Las particularidades de las monodosis, como su maleabilidad, variedad de colores y fácil adhesión, pueden ser aprovechadas para la creación de manualidades como cortinas, llaveros, macetas, juguetes, entre otros. 

Los distintos usos de los residuos del café 

De acuerdo con la investigación Sensibilización ambiental sobre los usos alternativos de la borra del café, realizada por la Universidad de Antioquia en el 2019, en cada taza de café se producen cerca de 30 gramos de borra. 

Adicionalmente, se ha comprobado que la borra del café tiene grandes cantidades de compuestos orgánicos, como fibra dietética (47 %), grasa (24 %), polisacáridos (13 %) y proteínas (11 %), que son provechosos para nuevos usos y no requieren productos químicos o costos extra. 

Fertilizantes para plantas

Fabiola Serrano Jiménez, barista desde hace ocho años, cuenta que, por lo general, los residuos que resultan de sus preparaciones tienden a parar en su jardín como abono para las plantas. “La tierra está bastante bien y las plantas están súper verdes y grandes”, describe. 

Este es uno de los usos más populares porque los posos todavía contienen minerales y nutrientes, como nitrógeno, potasio, calcio y magnesio, que nutren el suelo. Para usar los desechos como fertilizante orgánico es necesario esparcir la borra en una superficie lisa y dejarla secar, aproximadamente, durante 24 horas para lograr un secado uniforme y evitar el crecimiento de hongos. 

Se recomienda aplicar la borra en cantidades razonables (no sobrepasar dos cucharadas por maceta) ya que un uso indiscriminado puede acidificar el suelo, lo que podría ocasionar resequedad en las plantas, sobre todo, en bordes y puntas. 

Otra opción más segura es añadir los posos de café al compost. As para neutralizar los peligros que pueden correr las plantas si solo se aplica el residuo del café. 

Además, sirve para ahuyentar hormigas, caracoles y babosas. Solo hay que esparcir, de forma circular, la borra en la planta. 

Exfoliante para la piel 

Muchas veces, la piel presenta áreas problemáticas producto de las exposiciones al sol, la contaminación, entre otros. El café posee propiedades antioxidantes, emolientes e hidratantes que proporcionan un mejor cuidado, limpieza y apariencia en la piel. Un exfoliante a base de café, también, sirve para remover células muertas, mejorar la circulación sanguínea, reducir la aparición de celulitis y retrasar el envejecimiento. 

Preparar un exfoliante no toma mucho tiempo. Solo se debe reunir un poco de broza y mezclarla con una cantidad parecida de crema hidratante, miel, aceites naturales o agua, hasta obtener una pasta homogénea. 

Para personas que tienen piel mixta o grasosa, se aconseja una aplicación por semana. Para quienes presentan piel seca, no es recomendable realizarse más de dos exfoliaciones por mes, dejando un periodo de 15 días entre cada una. 

Ambientador 

El fuerte olor del café ayuda a neutralizar aromas molestos que terminan invadiendo los hogares. Solo se necesita un recipiente destapado y una cantidad de grano molido seco para deshacerse de los malos olores. Otra opción, es aplicar una ración de broza en el fondo de la cesta de basura. 

Al cocinar alimentos con olores fuertes como la cebolla, el pescado o el ajo, probablemente el agua y el jabón no bastarán para eliminarlos del todo. En ese caso, la broza de café puede ser el plan B. Solo hay que frotarse las manos con ella y enjuagar con abundante agua. 

Creaciones artísticas 

Las pinturas no son la única sustancia que se utiliza en función del arte. Las gotas de café pueden servir para darle forma a nuevas creaciones artísticas. Este residuo puede usarse en lienzos novedosos como cerámicas, platos, madera, e incluso hojas secas. Así lo demostró el artista Ghidaq al-Nizar, que utiliza dos cucharadas de café reciclado para cada obra de arte. 

Las moléculas melanoidinas están presentes en el café y son las encargadas de producir el tono marrón que tiene el grano molido. Este pigmento es potencial para teñir telas, hilos o muebles, afirma Dolores. 

Recetas saludables

Dolores advierte que antes de usar la borra en las aplicaciones anteriores, el mejor destino que se le puede dar es el organismo humano.

“Lo mejor que puedes hacer es comértelo. Está indicado que tenemos una falta de fibra dietética, que es fundamental sobre todo para estimular el crecimiento de la flora microbiana que tiene un efecto positivo en nuestra salud”, explica. 

“El hecho de que las organizaciones regularizadoras internacionales, incluida la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), consideren que se puede utilizar como ingrediente alimentario es un impulso para la sostenibilidad del sector cafetero y la diversificación y rentabilidad”, resalta Dolores.  

Tras una larga investigación, el grupo integrado por Amaia y Dolores comprobó que la borra de café es una fuente natural de fibra antioxidante, aminoácidos esenciales y azúcares de bajo contenido glucémico, que sirve como ingrediente alimentario en productos de panadería y bollería. 

Posteriormente, desarrollaron una receta de galletas que tiene como materia prima los posos de café. Esta fórmula gastronómica, que recibió una patente, presenta alta calidad nutricional y ayuda a reducir el riesgo de contraer enfermedades crónicas, como obesidad y diabetes, y a conciliar el sueño más fácil, explica Amaia. 

Para esta receta es posible usar la borra de café obtenida de los diferentes métodos de preparación o del café soluble. En cualquier caso, debe estar seca. Para eliminar el agua de forma más rápida se puede secar en el horno a una temperatura superior a 185°C y conservar en un lugar fresco. 

Muchos actores de la cadena de valor del café se están preocupando por reducir su impacto ambiental con la implementación de mejores prácticas. Ahora, es el turno del consumidor.

Aparte de los usos caseros que se le pueden dar a la borra, este subproducto también se utiliza como materia prima en distintas industrias que contribuyen con la diversificación de los ingresos de las cafeterías, que normalmente son las que proveen este desecho a las empresas.

Para reutilizar este subproducto no es necesario incurrir en gastos o productos de difícil acceso, depende más de la creatividad y del empoderamiento de los consumidores para que estos desechos no terminen en la basura. 

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Créditos de las fotos: Tatiana Guerrero. 

PDG Español

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