Certificaciones del café colombiano: ¿en qué benefician a los productores?
Colombia es el tercer país con mayor volumen de producción de café en el mundo y cuenta con la marca Café de Colombia y el certificado Denominación de Origen Protegida (D.O.P) para su marca colectiva, ambos reconocidos a nivel internacional. Este aspecto ha significado la preferencia de compradores que están dispuestos a pagar un precio más alto por el café colombiano frente a otros cafés suaves lavados. Para 2022, este diferencial alcanzó los 67,20 centavos de dólar estadounidense por libra.
Por otra parte, con el propósito de acceder a mejores mercados, dada la tendencia de los consumidores a productos saludables y que garanticen una producción limpia, condiciones sociales justas y otras connotaciones enmarcadas en la sostenibilidad, en el país se han promovido diversas certificaciones y verificaciones.
Acceder a cada una de ellas implica el cumplimiento de normas, que requieren acciones y adaptaciones de los sistemas productivos. Esto, a su vez, representa mayores costos para los caficultores. Por eso, muchos se preguntan en qué benefician estas certificaciones a los productores.
Para responder esta inquietud, hablé con Alejandro Rivera, encargado de Mayacert en Sudamérica, con Miguel Ángel Gamboa, de Rainforest Alliance, y con Luz Stella Reyes, coordinadora administrativa, financiera y contable de la organización Comepcafé. Continúa leyendo y conoce qué me dijeron.
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¿Por qué son importantes las certificaciones para los pequeños productores?
De acuerdo con la Organización Internacional del Café (OIC), los programas de certificación y verificación pueden ser instrumentos poderosos para la agregación de valor, el acceso a segmentos del mercado de crecimiento rápido y la difusión de buenas prácticas agrícolas, ambientales y sociales.
En el caso de Colombia, algunas de las certificaciones y verificaciones que se han promovido son: Rainforest Alliance, Comercio Justo Fairtrade, Café Orgánico, Bird Friendly, Código Común de la Comunidad Cafetera (4C) y otras de carácter privado como C.A.F.E. Practices de Starbucks y AAA de Nespresso.
Alejandro Rivera destaca que la mayor importancia de las certificaciones es que funcionan como una herramienta para acceder a mercados ya que muchos compradores tienen dentro de sus requerimientos manejar productos certificados para cumplir sus estándares de sostenibilidad.
En segunda instancia, él resalta que acceder a las certificaciones implica construir una mejor estructura para las organizaciones de productores y obtener más oportunidades de crecer.
En este sentido, cabe mencionar que las normas implícitas para el acceso a las certificaciones y verificaciones incluyen el adecuado manejo del cultivo, en donde las buenas prácticas agrícolas facilitan la organización de las fincas y brindan elementos de trazabilidad que son transversales, para acceder a otro tipo de mercados.
Luz Stella manifiesta que las certificaciones son muy importantes para su organización porque cuentan con lineamientos que se ajustan al enfoque de trabajo que tiene la cooperativa. Especialmente, la certificación de Comercio Justo Fairtrade cuenta con 147 criterios que le han dado las pautas para trazar una estrategia frente al manejo, la forma de administrar y definir lineamientos que puedan ser direccionados a las unidades productivas.
Por otra parte, hace referencia a la certificación orgánica como un referente que se alinea con la vocación de una gran parte de los productores de Comepcafé, cuya actividad se encuentra en ocho municipios del departamento del Cauca en los que el 95 % de la población es indígena. Ellos, como principio, desarrollan las actividades productivas de forma armónica con los recursos naturales.
Miguel Gamboa señala que la certificación Rainforest Alliance implica una gestión interna con la que se busca empoderar a los productores para que reconozcan las ventajas de ejercer control sobre sus unidades productivas y, de esta forma, reducir sus costos y mejorar los rendimientos y la calidad.
¿Qué tan fácil es para un productor acceder a las certificaciones?
Desde Mayacert reconocen que la implementación de cualquier norma es compleja porque se basa en sistemas de gestión y control interno, aspectos que requieren cierto nivel de formación y entendimiento de las normas.
En Colombia, por ejemplo, es frecuente que los grupos de productores subcontraten la implementación de las normas. Casi siempre, para ellos, lo más difícil de entender es el tema de la gestión y los registros.
Luz Stella enfatiza en que si bien las normas son una hoja de ruta, requieren el cumplimiento de lineamientos que son muy exigentes y para las organizaciones resulta costoso y dispendioso. Las certificaciones están enmarcadas en temas muy técnicos que a la vez son poco flexibles y demandan recursos que las organizaciones no siempre disponen.
Para su organización esto ha significado enfrentarse a retos anuales para acceder a la renovación y los ha conducido al desarrollo de estrategias periódicas, que deben considerar además el tipo de inspector porque cuando no conocen los contextos del territorio se vuelven más estrictos en el cumplimiento de algunos criterios.
En el caso de Rainforest Alliance en su fusión con UTZ, implica retos para quienes certifican ya que además de la fusión, se han integrado otros aspectos que si bien son complejos (contexto de las nuevas regulaciones en Europa, por ejemplo), no son imposibles de cumplir pero requieren preparación de los equipos técnicos para que la actividad de auditoría se desarrolle de manera idónea.
Costo-beneficio de las certificaciones para pequeños productores
Alejandro menciona que, en los primeros años, las certificaciones se deben considerar una inversión. Posteriormente, les permitirá a los pequeños productores acceder a primas que generalmente utilizan para el pago de los sistemas de control y las mismas certificaciones.
A su vez, Miguel señala que cuando las certificaciones son para grupos de productores, esto disminuye los gastos y de cierta manera se garantiza una asistencia técnica casi permanente.
Cuando las organizaciones están bien estructuradas y cuentan con buenos líderes, en el tiempo evidencian un incremento en sus ingresos.
En el caso de la certificación Rainforest Alliance, el fin último es incrementar los ingresos del productor a través de mejores prácticas agrícolas, sociales y ambientales, a la vez que se conservan los recursos naturales. De esa forma, se favorece la regeneración y la sostenibilidad de la naturaleza.
Cabe destacar que los diferenciales en el precio relacionados con las diferentes certificaciones son más o menos atractivas de acuerdo con el contexto de mercado internacional. En épocas de precios bajos, estas primas son más representativas, atractivas y motivantes para los productores.
Si revisamos el contexto de Colombia en los dos últimos años, en donde los precios del café se han elevado de manera significativa, las primas de las certificaciones se desdibujan frente a un café convencional que no requiere el mismo esfuerzo de un café certificado y representa un precio muy bueno para el productor.
Desde Comepcafé mencionan que parte de las primas que han adquirido por la comercialización de café certificado en Comercio Justo Fairtrade les ha permitido gestionar recursos para el desarrollo de proyectos.
A pesar de eso, Luz Stella es enfática en que, en la actualidad, para su organización las fincas bajo verificación han disminuido al punto que están evaluando si continúan con la certificación orgánica. Hay tres factores principales que los están afectando:
- Cambio climático y su efecto en la producción
- Rigurosidad en la evaluación de muestras ya que han evidenciado trazas de agroquímicos no permitidas. Con base en su sistema de control no son responsabilidad de los productores, sino del entorno o de las fincas aledañas.
- El café de fincas lejanas que deben movilizar en transporte público, lo que implica retos frente a la contaminación.
En cuanto al café certificado en comercio justo, si bien se ha reducido el rango de fincas presentadas para la recertificación por parte de Comepcafé, las primas que representan corresponden al 30-40 % de sus recursos de reinversión y son las que dan sostenibilidad a la organización.
Los programas de certificación y verificación en la cadena de suministro del café representan una oportunidad para que pequeños productores en Colombia desarrollen capacidades para administrar de manera más adecuada sus fincas y accedan a nuevos y tal vez mejores mercados.
A pesar de eso, implican mucha voluntad, compromiso, responsabilidad y recursos que permitan no solo financiar el costo de las certificaciones sino los sistemas de control interno y las adecuaciones que se requieran dentro de las unidades productivas para cumplir las normas.
Finalmente, es necesario comprender que las primas diferenciales que las certificaciones pueden representar dependen de variables externas como el mercado internacional, que para el caso actual de Colombia resultan poco atractivas dado el incremento del precio del café convencional, que no requiere mayor esfuerzo para su producción.
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Créditos de las fotos: Mayacert.
PDG Español
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