La producción de café en la Amazonía sur de Ecuador
Entre los principales productores de café del mundo se encuentran países como Indonesia, Etiopía y Brasil pero existen muchos otros, con menor producción, que están buscando generar un impacto en el mercado del café a través de la calidad y de orígenes únicos.
Ecuador es un país con larga tradición en el cultivo y exportación del café, incluso, en los años noventa, llegó a ser uno de los principales exportadores a nivel mundial. Aunque, actualmente, el volumen de producción ha disminuido drásticamente, es un país con mucho potencial para producir café de especialidad. En este territorio se conjugan varios factores como microclimas, variedades y, en los últimos tiempos, el desarrollo e innovación por parte de los caficultores.
Dentro de Ecuador existen varias zonas dedicadas al cultivo de café, algunas con una larga historia y tradición cafetalera, y otras un poco menos conocidas, como la Amazonía sur, pero con una calidad de café excepcional. Para conocer más sobre la producción en esta zona del país, hablé con dos expertos locales. Continúa leyendo para conocer lo que me dijeron.
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Amazonía sur: las características de la zona
En el sur de la Amazonía ecuatoriana se encuentra la provincia de Zamora Chinchipe y, a diferencia de las provincias del norte, aquí se produce café Arábigo de altura. La altitud promedio es de 1200 m s.n.m., temperaturas de entre 18 y 30 ºC, humedades superiores al 60 % y su paisaje es montañoso por la presencia de un ramal de la Cordillera de los Andes y, principalmente, la Cordillera del Cóndor.
Climáticamente esta zona se caracteriza por presentar dos estaciones bien marcadas, el verano que va de mayo a septiembre y la estación lluviosa que va de octubre a abril, con un promedio de precipitación anual superior a 1200 mm. Debido al alto nivel de precipitaciones, los productores de estas zonas han tenido algunos inconvenientes, sobre todo, al momento de secar el café.
Oliveros Alverca es productor de la zona y presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Pequeños Cafetaleros Ecológicos del Sur (FAPECAFES), que incluye a dos organizaciones de esta provincia, Apecap, ubicada en el cantón Palanda, y Acrim, muy cercana a la frontera con Perú en el cantón Chinchipe.
Él cuenta que, aunque muchos socios tienen marquesinas, se vuelve complicado realizar adecuadamente esta actividad. Por eso, las organizaciones han optado por adquirir secadoras de café.
La otra cara de la moneda, respecto a las lluvias, se da en la parte del cultivo. Entre los aspectos positivos resalta que la planta nunca sufre de sequías prolongadas, incluso en verano, y que los suelos son ricos en nutrientes, por lo tanto, generan un café de alta calidad.
Vinicio Martínez, propietario de Finca La Victoria, en el cantón Chinchipe, dice que es “una zona con épocas de lluvias intensas o que se mezclan con unas semanas de sol. Al café le gusta mucho el clima cálido húmedo y se comporta muy bien, los problemas son cuando existen lluvias y si hay que hacer corte, hay que trabajar en esas condiciones. Por su clima y suelo la Amazonía es un sitio ideal para el buen cultivo de café”.
La producción de café y sus dificultades
Esta zona de Ecuador tiene a la ganadería y a la agricultura como principal fuente de ingresos. Como uno de los principales productos agrícolas del país es el café, su producción se da en sistemas agroforestales que, en su mayoría, se caracterizan por realizarse en zonas montañosas. Tradicionalmente, se han cultivado variedades como Criollo, Caturra, Sarchimor y Catucai.
Según datos del Magap, basados en las hectáreas sembradas y en el rendimiento promedio, para 2018 se estimaba una producción cercana a las 1500 toneladas. Los cantones de Palanda y Chinchipe son los de mejor rendimiento con valores cercanos a una tonelada por hectárea.
Los terrenos se caracterizan por presentar buenas condiciones edafológicas, con suelos ricos en nutrientes y, en muchos casos, poco explotados. A esto se suman las condiciones climáticas que generan un ambiente propicio para el cultivo de café, que se mantiene bajo sombra y asociado a otros productos como plátano, yuca y frutales.
Principalmente, se realizan dos tipos de beneficio: café natural y café lavado. El primero, destinado casi en su totalidad al consumo local y comercializado en las cabeceras cantonales y centros urbanos. El segundo se comercializa, en su mayoría, por medio de algunas asociaciones que llevan varios años trabajando junto a los agricultores y los principales destinos de exportación son Estados Unidos y los países europeos.
Probablemente, uno de los mayores inconvenientes para los productores de la zona es la conectividad física ya que los caminos y carreteras son de tierra y de difícil acceso. Además, se ven afectados por la poca cobertura digital, tanto de red celular como de internet. En muchos casos no se dispone de un medio de comunicación eficaz y deben esperar a recibir noticias de manera presencial.
Asimismo, muchos caficultores tienen que recorrer largos trayectos caminando desde sus fincas hasta las carreteras principales, con recorridos de más de tres horas, y el transporte del café se debe realizar en mulas o caballos.
El mercado del café producido en la Amazonía sur de Ecuador
Oliveros cuenta que en 2022 las dos asociaciones, Apecap y Acrim, por medio de Fapecafés y con el apoyo de otros organismos realizaron la primera exportación de café bajo producción sostenible y libre de deforestación, un hito para la caficultura de Ecuador, para la provincia de Zamora y, especialmente, para los cantones de Palanda y Chinchipe.
Lo que se busca con esto, según Oliveros, es el equilibrio entre el avance de la frontera agrícola y la selva amazónica; también, espera que los clientes sepan reconocer al productor por cuidar los bosques, evitar la deforestación y por realizar un manejo sostenible de los cultivos.
Adicional a la exportación, para Vinicio es muy importante el consumo interno. Él dice: “a nivel nacional se está desarrollando el consumo de buen café, entonces fácilmente podría ser una zona proveedora de café de calidad para el mercado local, hablando de clientes que valoren y comercialicen café de buena calidad”.
Perfil sensorial
Aunque el perfil puede cambiar debido a las distintas variedades de café y a los métodos de beneficio, existen muy buenas notas y descriptores para el café de esta zona. Los puntajes van desde los 80 puntos e incluso han llegado a superar los 88.
Sensorialmente el café tiene notas dulces, a chocolate, caramelo, miel y panela. Presenta una acidez cítrica de intensidad media alta y tiene un cuerpo cremoso, lo que genera un café balanceado que sorprende a los paladares más exigentes.
Debido a las nuevas variedades y al desarrollo de algunos métodos de beneficio como honey amarillo y rojo, es posible encontrar nuevos perfiles cada año.
Retos y oportunidades
Para Vinicio, es necesario irse capacitando en temas agronómicos y de poscosecha para que todo el trabajo que se realiza bien en el campo pueda potencializar el café y resaltar sus mejores atributos.
Debido a las condiciones propias de la Amazonía, Oliveros afirma que vendrán retos muy importantes si no se tiene el acompañamiento del estado para cuidar los bosques ya que, en los últimos años, se ha realizado una fragmentación de los terrenos y esto puede generar la apertura de nuevas zonas de cultivo donde antes había bosques vírgenes.
Por otra parte, Vinicio cree que esta zona tiene un potencial increíble y menciona que existen varios agricultores que están introduciendo varietales de alta calidad como Geisha, Sidra y Típica mejorada. Sumadas a las bondades de la zona, han creado nuevos y exquisitos perfiles de sabor.
Además, piensa que es necesario seguir mostrando todas estas cualidades de la Amazonía Sur del país y desarrollar una gran caficultura de especialidad que sea competitiva con otros orígenes.
Otras oportunidades para la zona, según Oliveros, es el interés y trabajo de algunas organizaciones internacionales y nacionales en proyectos y programas de apoyo para los caficultores.
En esta zona del país siempre habrá nuevos e interesantes datos que conocer, Zamora tiene un potencial enorme y aunque muchos no la conocen como una zona cafetalera, día a día los caficultores se esfuerzan para que su café llegue a los paladares de los consumidores.
Los productores de la zona se enfocan en la calidad del producto que ofrecen pero, ante todo, buscan respetar su territorio y preservar el medioambiente desde su trabajo. En el mercado actual del café, esas características son cada vez más valiosas y solicitadas, por eso, es posible que en los próximos años se materialice un reconocimiento y crecimiento del café producido en la Amazonía sur de Ecuador.
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Créditos de las fotos: Vinicio Martínez, José Mosquera.
PDG Español
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