23 de agosto de 2023

La simbiosis de los árboles y los hongos en el café

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A menudo escuchamos que la caficultura, como industria, es golpeada desde distintos frentes. Los fenómenos climáticos, la falta de financiamiento, la baja productividad y el incremento en los costos de producción son algunos de los problemas que aquejan a gran parte de productores de café.

Frente a esta situación, muchas veces ya no alcanza con esforzarse, trabajar más horas o invertir más capital. Para alcanzar una producción eficiente es fundamental conocer el entorno y adaptar las herramientas disponibles para maximizar los resultados.

La simbiosis entre hongos y cafetos es un ejemplo de esto, sin embargo, el correcto desarrollo de esta relación depende de cierta intervención por parte del productor. Para conocer más a fondo los beneficios y requisitos de esta simbiosis, conversé con dos caficultores que me compartieron sus experiencias y opiniones. Continúa leyendo y descubre qué recomiendan.

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Simbiosis de árboles y hongos

¿Qué es la simbiosis?

Carlos Pola es de El Salvador y se dedica a la caficultura con foco en el mercado de la especialidad. Él explica que uno de los principales problemas de la industria, hoy en día, reside en que los suelos han experimentado una degradación en su contenido de nutrientes, muchos de ellos indispensables para el adecuado desarrollo de los cafetos. 

Esta erosión de los suelos se debe a la incidencia del sol, el viento, la lluvia y el uso excesivo de agroquímicos. Para mantener altos los niveles de producción, algunos caficultores tienden a volcarse en el uso desmedido de fertilizantes agroquímicos, herbicidas y fungicidas, entre otros, acentuando los problemas ambientales y, consecuentemente, degradando aún más los suelos. Esto, termina por aumentar la necesidad de más y más agroquímicos para producir café.

Carlos afirma que, “aproximadamente, el 80 % de las plantas en el planeta tienen una relación simbiótica con microorganismos”.

Arnold Paz es un productor de café hondureño que desempeña su actividad en una finca familiar llamada San José, ubicada en Santa Bárbara. Además, trabaja para la finca Santa Elena en San Juan Intibucá. “La simbiosis es una colaboración entre dos seres en la que se beneficia uno del otro”. explica.

¿Por qué es importante en las fincas cafeteras?

Según Arnold, la simbiosis también es importante frente al problema de pH para la producción de café en los suelos latinoamericanos. El café necesita un nivel de pH mínimo de cinco y máximo de ocho, un rango presente en los suelos africanos, de donde es oriundo el café. En Latinoamérica vemos niveles de pH entre cuatro y tres, lo que contribuye a la formación de aluminio. El aluminio quema la raíz e impide que la planta se alimente de manera apropiada.

Por lo general, los procesos aplicados para elevar el pH de los suelos son costosos y pueden incrementar el costo de producción en un 10 %.

En ese contexto, él cuenta que el pino tiene resistencia al suelo ácido porque desarrolla una simbiosis con un hongo benéfico. Este hongo protege la raíz frente al aluminio y permite que la planta pueda absorber los nutrientes. Este mismo principio puede aplicarse al café.

Paisaje de finca cafetera

¿Cómo se desarrolla la simbiosis entre los cafetos y los hongos?

Carlos explica que a las asociaciones simbióticas que se crean entre las raíces de las plantas terrestres y ciertos tipos de hongos de suelo se denominan micorrizas. Se trata de una red que permite que las plantas y los hongos trabajen en armonía, permitiendo un intercambio de nutrientes y humedad.

Muchas veces, los nutrientes se encuentran en los suelos pero no están disponibles para las plantas, ya sea por la distancia o porque no están presentes en la forma en que los necesita. “Las micorrizas tienen la capacidad de buscar agua y nutrientes multiplicando varias veces la distancia que logran cubrir las raíces de la planta, convirtiéndose prácticamente en una extensión de la raíz”, explica Carlos. Él agrega que, además, tienen la capacidad de descomponer nutrientes a través de enzimas en compuestos simples asimilables por las raíces.

Por otra parte, Arnold sostiene que “la micorriza crea un ambiente para que los cloruros, sodio, potasio y fósforo se humidifiquen. Así, se forma el canal de entrada de comida a la raíz y se optimiza la absorción de comida”. 

¿Por qué los hongos no destruyen los cafetos y, por el contrario, ayudan a crear una capa protectora?

Arnold aclara que la micorriza es un hongo benéfico pero que también hay hongos dañinos, sobre todo aquellos que compiten por el potasio disponible.

Los hongos, al depender de la planta para su supervivencia, buscan contribuir a la defensa de la misma para continuar con el proceso de simbiosis.

Carlos afirma que las micorrizas “no solo le producen alimentos a la planta, sino que incluso la protegen de enfermedades”. 

¿Cuáles son los principios de esta relación de beneficio y cómo ponerla en práctica en el cultivo de café?

Carlos explica que las micorrizas proporcionan agua y nutrientes que obtienen del suelo en intercambio por carbohidratos que las plantas producen mediante la absorción de dióxido de carbono y la fotosíntesis.

Esta simbiosis contribuye no solo a la reducción de uso de fertilizantes, sino que ayuda a la creación de suelo y la captura de dióxido de carbono que se encuentra presente en la atmósfera en cantidades excesivas debido a la contaminación.

“Lo que hemos hecho en la caficultura es buscar la sustancia o el mecanismo que haga que la raíz del café adquiera esa micorriza”, comenta Arnold.

En su caso, la implementación de algas marinas hizo posible trasladar la micorriza del pino al cafeto. Él destaca la importancia de investigar qué tipo de insumo debe aplicarse a la planta de café según el suelo para que la micorriza migre. Otro aspecto fundamental tiene que ver con la disponibilidad real de micorrizas en los árboles de sombra aledaños.

Caficultor revisando árboles y frutos

¿Qué impacto tiene sobre el rendimiento y la calidad del café?

Para Arnold, cualquier limitación o barrera que se encuentre frente a la absorción del fertilizante disminuye los rendimientos, a veces hasta el punto en que deja de ser rentable porque no cubre los costos de producción.

“Nuestro objetivo principal es generar suelos que ya no existen”, comenta Carlos. Según él, la creación de suelos contribuye a la retención de agua, la actividad biológica, el suministro de nutrientes y la regulación de la temperatura. Todo esto es necesario para el adecuado desarrollo de los cafetos. La autorregulación por microorganismos genera una planta bien nutrida y esto se traslada a calidad y sanidad en el fruto.

Particularmente importante este año, con temperaturas récord y precipitación pluvial acumulada por debajo del 50 % a la fecha, la sombra de los árboles, la cobertura en los suelos y las micorrizas nos han permitido mantener los cultivos en óptimas condiciones.

Recomendaciones generales para productores

Para empezar, según sugiere Carlos, “lo principal es crear la arquitectura en la finca para que se propaguen las micorrizas”. También, aconseja implementar micorrizas propias del ecosistema ya que las foráneas pueden no tener la mejor adaptación o relación con las plantas autóctonas.

Para él, es muy importante crear las condiciones necesarias para el adecuado desarrollo de esta simbiosis. Esto implica reducir el uso de herbicidas, asegurarse de contar con suficiente sombra y mantener el suelo cubierto con materia orgánica o leguminosas para evitar la exposición al sol.

La baja inversión que implica la implementación de micorrizas, las mejoras en el rendimiento y la reducción del uso de agroquímicos constituyen una alternativa de gran impacto económico y ambiental, si es administrada de manera adecuada.

Ambos entrevistados coinciden en que los beneficios de la simbiosis en las fincas son amplios y consideran que más caficultores deberían volcarse a la simbiosis para aprovechar sus ventajas.

Suelo en finca de producción cafetera

De acuerdo con los testimonios de Carlos y Arnold queda claro que acudir a herramientas naturales como la simbiosis entre los hongos y el café puede generar resultados favorables para el cultivo sin necesidad de acudir a productos químicos que, a largo plazo, terminan por afectar al ecosistema y hasta la salud de los agricultores. 

Con investigación y asesoramiento técnico al respecto, los caficultores pueden encontrar en esta alternativa un camino viable para optimizar su productividad. 

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Créditos de las fotos: Carlos Pola. 

PDG Español

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