¿Los consumidores seguirán pagando precios más altos por los cafés de especialidad?
Desde hace aproximadamente un año, el aumento del precio de los alimentos y del costo energético está afectando a muchas personas en todo el mundo. De hecho, en marzo de 2023, la BBC informó de que los precios de los alimentos habían alcanzado el nivel más alto de los últimos 45 años en Reino Unido y muchos otros de los principales países consumidores de café también experimentaron subidas de precios similares.
Este es un problema importante para las empresas cafeteras y para los consumidores. Como muchas cafeterías y tostadores tienen que absorber parte de estos costos crecientes, lo que reduce unos márgenes de beneficio de por sí escasos, los clientes también han empezado a pagar precios más altos.
Además, con las fluctuaciones de las tasas de inflación y los costos de los alimentos y la energía en los últimos meses, ¿es probable que los consumidores tengan que seguir pagando precios más altos por los cafés de especialidad?
Para averiguarlo, hablé con dos tostadores europeos. Sigue leyendo y conoce lo que opinan al respecto.
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El impacto del aumento de los costos en las empresas cafeteras
Desde hace meses, las tasas de inflación suben en todo el mundo impulsadas, en gran medida, por el aumento del precio de dos productos: los alimentos y la energía.
Esto se atribuye principalmente a los efectos persistentes de la pandemia y del conflicto en Ucrania, iniciado hace más de un año. Como consecuencia de esta mayor presión, las cafeterías y los tostadores han tenido que hacer frente a un fuerte aumento de los precios.
Rob Berghmans es el fundador de Caffènation, un tostador de cafés de especialidad que tiene varios establecimientos en Bélgica y uno en Países Bajos.
“En los últimos meses, el precio de la leche aumentó 20 %, los salarios del personal subieron alrededor del 10 % y los costos energéticos subieron considerablemente”, afirma. “Ahora bien, aunque últimamente han habido muchas subidas de precios, no todas están teniendo un impacto tan grande”.
“Tuvimos que subir el precio de nuestro café una media de €3 (US $3,82) por kilogramo”, añade. “El aumento promedio del precio de nuestro café verde fue mayor pero conseguimos pedir mayores volúmenes de café y ahorrar dinero en el envío”.
Aunque un aumento de precio de €3 por kilogramo de café tostado parece bastante elevado, Rob explica que se trata solo de un pequeño aumento de precio por taza.
“En general, se pueden hacer unas 100 tazas de café con un kilogramo de café tostado, lo que equivale a un aumento de tres céntimos por taza”, dice.
Precio y calidad
Scott Tedder es el tostador jefe y comprador de café verde de Bonanza Coffee en Berlín, Alemania. Él dice que a pesar de que los precios del café verde se han mantenido volátiles en los últimos meses, un precio más alto no siempre refleja una mayor calidad.
“Estamos acostumbrados a pagar primas más altas por cafés de mayor calidad pero ahora parece que la calidad no sube necesariamente, mientras que los precios aumentan de forma significativa”, explica.
Scott añade que puede resultar difícil comunicar eficazmente estas subidas de precios tanto a los clientes mayoristas como a los consumidores finales.
“Hemos tenido que aumentar tanto nuestros precios al por mayor como los precios por taza”, afirma. “No es necesario aumentar tanto el precio por taza de café debido a la cantidad de cafés que se pueden hacer con un kilogramo de café tostado; sin embargo, hemos tenido que aumentar nuestros precios al por mayor y al por menor de forma más significativa”.
¿Cómo pueden las cafeterías absorber los costos?
Es evidente que los consumidores están pagando más por una serie de productos de alimentación y bebidas, entre ellos los cafés de especialidad. De cualquier modo, si muchas cafeterías (especialmente las pequeñas cadenas y las independientes) no absorbieran los costos, los precios serían aún más altos.
Para cualquier empresa, absorber los costos significa esencialmente que soportan la mayor parte de un aumento de precios, en lugar de transferirlo al consumidor final.
Scott explica cómo Bonanza ha podido absorber los costos crecientes. “Afortunadamente, tenemos una variedad bastante grande de cafés en oferta, que van desde lotes de gama más alta a lotes de mayor volumen y más asequibles”, dice. “A su vez, podemos absorber algunas pérdidas de beneficios de diferentes maneras, en gran medida basadas en el volumen de los diferentes tipos de café que vendemos”.
Ahora bien, Scott añade que la absorción de costos a más largo plazo no siempre es sostenible. “A veces tenemos que subir los precios”, afirma. “Asumimos el golpe cuando podemos, como hace todo el mundo a lo largo de la cadena de suministro; sin embargo, el cuello de botella está al final, con el cliente”.
“Tener que comunicarlo es un problema pero en comparación con otros sectores en los que también suben los precios, los clientes suelen ser más comprensivos”, prosigue.
¿Cómo afectan las subidas de precios el comportamiento de los consumidores?
Incluso con una comunicación clara y transparente con los clientes sobre los motivos de la subida de precios, las empresas cafeteras pueden tener dificultades si los precios suben demasiado.
La cuestión más importante para las cafeterías especializadas y los tostadores es si los aumentos de precios disuadirán a los clientes de comprar sus productos y visitar sus negocios.
“Cualquier subida de precios provocará seguramente un cambio en el comportamiento de los consumidores”, afirma Rob. “Quizá se vuelvan más conscientes del precio, lo que significa que las cafeterías tengan que centrarse en ser más asequibles que sus competidores”.
Con todo, a pesar de que el precio de una taza de café ha aumentado en los últimos meses, está claro que el consumo de café no se está ralentizando. Por ejemplo, en su último informe, National Coffee Data Trends, la Asociación Nacional del Café concluyó que el café es la bebida más consumida en Estados Unidos.
“En todo el mundo, el precio de muchas cosas está subiendo, así que creo que es normal que el precio de una taza de café también suba”, afirma Scott. “Para mucha gente de ciertos países el café es una compra esencial, por lo que unos céntimos de más por taza no tienen tanto impacto en ellos”.
“Vemos un cambio más notable en el comportamiento de los consumidores en países donde los salarios no son tan altos, por lo que aumentos de precios similares serán más significativos para estos consumidores”, añade. “En Berlín, por ejemplo, [que es una ciudad más desarrollada económicamente], algunas personas se sorprendieron de que tardáramos tanto en subir finalmente nuestros precios”.
¿Son justas las subidas de precios para los consumidores?
Si es justo o no que las cafeterías suban los precios para los consumidores no es una pregunta sencilla de responder. Scott cree que, ante todo, las empresas deben asegurarse de que sus clientes entienden exactamente por qué aumentan los costos.
“La comunicación es clave”, afirma. “En algunos casos, los consumidores tienen que pagar más por el café y deben entender por qué”.
“Cuando vas a las grandes cadenas de cafeterías y ves los precios que pagan sus clientes por una sola bebida pienso que los precios más altos que cobran las cafeterías especializadas están justificados”, añade.
En cambio, para los clientes con menos ingresos disponibles, cualquier tipo de subida de precios les dificultará seguir comprando café.
Al mismo tiempo, los tostadores tienen que asegurarse de que los productores reciben un precio justo, además de hacer frente a una logística cada vez más compleja en la cadena de suministro. En última instancia, se trata de lograr algún tipo de equilibrio, aunque todo sea cada vez más caro.
Mantener la calidad del café
Scott explica que uno de los factores más importantes que deben tener en cuenta tostadores y cafeterías es pagar y cobrar precios justos, así como garantizar que se mantenga o aumente la calidad del café.
“Es frustrante ver que los precios de algunos cafés casi se duplican, mientras que la calidad no aumenta igual”, afirma. “Por desgracia, hemos visto a algunos productores que simplemente han dejado de producir lotes de alta calidad porque los costos son demasiado altos”.
“En su lugar, venden el café a cooperativas locales [porque es más seguro económicamente para los productores]”, añade. “Poder pagar precios superiores para que los productores puedan invertir más en sus cafés es importante para la especialidad”.
Para las cafeterías y tostadores de todo el mundo, evitar las subidas de precios se ha convertido en algo imposible. Aunque el precio de una taza de café ha aumentado en los últimos meses, no está claro cuánto más podría subir.
En este momento, el interés por los cafés de especialidad sigue siendo fuerte a pesar de la presión inflacionaria. En cualquier caso, si esta tendencia al alza se mantiene y supera otros aumentos de precios en los principales mercados consumidores, las cosas podrían cambiar.
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Créditos de las fotos: Bonanza Coffee, Bogenna Ivana.
Traducido por: María Romero. Traducción editada por Alejandra Soto.
PDG Español
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