15 de mayo de 2022

La historia de las tiendas de café en Estados Unidos

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El café ha estado presente en Estados Unidos desde hace siglos, casi desde que el país existe. Aunque las tiendas de café de especialidad y las independientes son cada vez más prominentes en las zonas cafeteras de Estados Unidos, ¿cómo ha cambiado el panorama a lo largo de los años?

Para saber de dónde viene la cultura de las tiendas de café en Estados Unidos y hacia dónde podría dirigirse, hablé con un experto del sector. Sigue leyendo para descubrir lo que me dijo.

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Preparación de café en leña

El café y la Revolución Americana

La primera mención del café en Estados Unidos se remonta a 1668. Fue llevado a Nueva Ámsterdam (actual Nueva York) por los holandeses o los británicos. Todavía hoy se debate dónde se fundó la primera tienda de café en el país pero la mayoría sostiene que fue en Boston o en Nueva York.

Robert Thurston es profesor emérito de Historia en la Universidad de Miami y autor de Coffee: From Bean to Barista. Él dice que, por lo que sabe, la respuesta correcta es London Coffee House, establecida en Boston en 1669.

Durante la Revolución Americana, beber té se consideraba antipatriótico porque era la bebida preferida de los británicos. En consecuencia, el café se convirtió, en poco tiempo, en la bebida preferida de los “verdaderos estadounidenses”.

En esa época, la mayoría de las cafeterías de Estados Unidos estaban situadas en Nueva Inglaterra y muchas de ellas tenían una clara afiliación política. El lugar en el que estaba situada una cafetería o el nombre que recibía determinaban gran parte de su clientela.  

Por ejemplo, la British Coffee House de Boston era frecuentada por casacas rojas (soldados británicos) y por otros leales al reino, mientras que el Green Dragon, también en Boston, era un lugar de encuentro para los numerosos disidentes contra el dominio británico.

Tal vez no resulte sorprendente que, una vez finalizada la Revolución, la Coffee House británica fuera tomada y rebautizada con el acertado nombre de American Coffee House.

La Guerra Civil Americana

Después de la Revolución, la afición por el café se impuso rápidamente en los nuevos Estados Unidos de América. Se extendió durante las décadas siguientes y cuando estalló la Guerra Civil, en 1861, el café era un producto estándar en las raciones, tanto de la Unión como de la Confederación.

Su popularidad se debía más a los efectos de la cafeína que al sabor del café en sí. El café se tostaba, probablemente, al fuego y era extremadamente amargo. Los soldados solían añadir otros ingredientes como achicoria o corteza de árbol si no tenían suficiente café para una taza completa.  

“El café era la droga de la guerra civil”, dice Robert. “Daba energía a la gente y la capacidad de seguir luchando. Puede que haya contribuido enormemente a la causa de la Unión”.

Por ejemplo, en un momento dado, un bloqueo naval de la Unión hizo que se agotaran los suministros de café en el sur. Esto significó que los soldados confederados se vieron obligados a cambiar su tabaco (que era abundante) por el café de sus enemigos de la Unión, al otro lado de la frontera.  

Café y dona

Café para las masas

No fue hasta finales del siglo XIX y principios del XX cuando las tiendas de café se hicieron populares entre la gente común porque empezaron a ser accesibles para quienes no trabajaban en el gobierno o las finanzas.

Este aumento de la popularidad fue impulsado, en cierta medida, por la caída de los precios del café al por mayor hacia finales del siglo XIX. Esto coincidió con la expansión de la red ferroviaria de Estados Unidos, que no hizo más que contribuir a la proliferación del café.

Pronto, el café no solo se masificó sino que fue asequible, lo que significó que a finales del siglo XIX, más o menos, cualquiera podía encontrarlo y beberlo.

El profesor Thurston dice: “ya en la década de 1870 había dibujos de ‘coffee breaks’ entre las vendedoras de la ciudad de Nueva York y esto se extendió como una tradición con bastante rapidez”.

“El famoso coffee break (pausa para el café) en las oficinas de Estados Unidos comenzó a partir de los veinte. Eso proporcionaba un entorno social, un punto donde la gente podía reunirse”; sin embargo, en esa época, las tiendas de café eran, relativamente, poco comunes. 

Aunque la “sociedad del café” surgió, en cierta medida, en los años veinte, en realidad tuvo más que ver con la ley seca que con el café porque la cultura se centraba más en el jazz, el baile y el alcohol de contrabando.  

No fue hasta otro acontecimiento importante, en la década de 1920, que comenzó la obsesión moderna de Estados Unidos por el café.

Cafetería en Estados Unidos

La Gran Depresión

Cuando la Gran Depresión llegó, en 1929, los bancos de alimentos y los comedores sociales empezaron a repartir café y rosquillas a los ciudadanos hambrientos. 

El profesor Thurston afirma que, en las principales ciudades del mundo, esto impulsó la idea de una taza de café asequible. Según él, esta es la razón por la que muchas personas en Estados Unidos siguen esperando una taza de café barata en cualquier lugar. En Nueva York, por ejemplo, todavía es posible conseguir por un dólar una taza de café en una de esas típicas tazas azules.

La cultura del café volvió a evolucionar en 1941 cuando Estados Unidos se incorporó a la Segunda Guerra Mundial. Una vez más, el café formaba parte de las raciones de los soldados estadounidenses que eran suministradas por la floreciente Maxwell House; no obstante, fue el crecimiento de la publicidad después de la Segunda Guerra Mundial lo que realmente impulsó la popularidad del café en el siglo XX.

A lo largo de la segunda mitad del siglo, los periódicos, las revistas y la televisión empezaron a promocionar las maravillas del café entre las familias estadounidenses. La publicidad se centraba en la “familia nuclear”, compuesta por un padre trabajador, una esposa y madre obediente y unos hijos de mejillas rosadas.

No es de extrañar que los anuncios de café de la época estuvieran orientados a la vida familiar, un enfoque diferente al de los anuncios europeos, de la misma zona, que promovían la clase y la sofisticación de las tiendas.

Café del comedor

En la cultura del café de Estados Unidos hay un establecimiento que se resiste a la tendencia y que ha persistido a pesar de la tercera ola del café. Se trata de una cantina o comedor: un “tercer lugar” que ahora está irremediablemente entrelazado con la forma en que la gente percibe el café en Estados Unidos.

Ya a principios del siglo XX los comedores surgieron como lugares donde la gente podía comer barato y beber café de filtro o instantáneo. Tal vez por su carácter asequible, han perdurado hasta nuestros días. El café de los comedores sigue siendo un fenómeno estadounidense y se asocia habitualmente con tuestes oscuros y máquinas automáticas de filtro.

Comedor en Estados Unidos

Las tiendas de café se generalizan

A finales de la década de 1970, surgió la segunda ola del café en Estados Unidos y la gente empezó a pasar una cantidad significativa de tiempo en las tiendas de café. Fue entonces cuando la cultura del café empezó a convertirse en un concepto social en todo el país.

Aunque la segunda ola surgió a finales de los setenta, empezó a tomar velocidad realmente en los ochenta. Esto dio paso, también, a la aparición de las cadenas de café, como Starbucks.

El profesor Thurston explica: “Starbucks y Howard Schultz realmente cambiaron lo que pensábamos sobre el café e introdujeron a los ciudadanos estadounidenses en la tienda de café de una manera nueva”.

Él también dice que la segunda ola preparó naturalmente el camino para la tercera porque la gente empezó a preguntarse “¿hay algo mejor que Starbucks?”.

A lo largo del siglo XXI se produjo un último cambio: la tercera ola del café. Al principio se afianzó en las principales ciudades, como Nueva York, San Francisco, Los Ángeles y Chicago, después se extendió rápidamente a otros lugares durante la década de 2010.

Tienda de Starbucks en Estados Unidos

Desde la fundación de las tiendas de café estadounidenses, antes de la Revolución Americana, la cultura de los cafés en el país ha evolucionado considerablemente. Pasando por las raciones de guerra hasta la tercera ola, está claro que el café ha sido un aspecto inseparable de la cultura estadounidense durante siglos pero está por verse cómo cambiará en el futuro. 

Con la proliferación de la tercera ola de café y la continua comercialización de la cultura de los cafés de especialidad, no cabe duda de que en los próximos años habrá que responder algunas preguntas.

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Traducido por Tati Calderón. Traducción editada por Alejandra Soto.

PDG Español

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